Crea e impulsa tu sello discográfico en 7 pasos: Negocia con artistas y editores + Aprende a gestionar contratos
Una de las cosas más fascinantes de gestionar un sello discográfico es que cada día tienes la oportunidad de conocer y conectar con diferentes profesionales de la industria de la música.
En el segundo capítulo de nuestra guía de 7 pasos para crear e impulsar tu propio sello discográfico, te dimos algunos consejos para localizar a los mejores artistas para tu negocio musical y seleccionar el repertorio adecuado para conseguir hacerte un nombre en la escena independiente.
La búsqueda de talento y el networking pueden llegar a abrumar, pero una cosa es segura: ¡También son procesos divertidos!
La parte más compleja suele aparecer más tarde a la hora de las negociaciones. Sacar tu personalidad creativa y dirigente es clave llegado ese momento.
En el este nuevo episodio de nuestra guía queremos mostrarte algunos de los aspectos legales y contratos con los que te vas a ir encontrando a lo largo de tu carrera gestionando un sello discográfico.
Es la hora de las negociaciones y acuerdos: Así se pacta con artistas y editores
Imagínate este escenario: Has encontrado al artista perfecto para tu sello; ahora toca negociar y persuadirle para que se una a tu marca y conseguir un acuerdo antes de que la competencia le haga una oferta.
Negociar los contratos con artistas puede ser algo intimidante, pero es esencial entender todos los aspectos legales que rodean un negocio musical.
Aunque puedas contar con la experiencia de un buen abogado experto en el campo de la música para manejar los contratos de cada uno de tus artistas, es importante estar al tanto de cómo funcionan ese tipo de acuerdos legales. Al menos aquéllos que son más básicos y los cuales cubrimos a continuación.
Esto significa que has de conocer tanto las obligaciones legales de tus artistas como las de tu propia discográfica.
Tipos de contratos que irás encontrando en tu día a día como discográfica
Un contrato de grabación o contrato discográfico, por ejemplo, detalla aspectos tan importantes como la manera en que las regalías (royalties) son repartidas (el porcentaje que se lleva cada parte), cuántos discos se van a grabar con cada artistas, el formato (sencillo, EP…) y cuándo se va a lanzar el material, cómo se va a distribuir, ya sea online -en plataformas de música en streaming y tiendas digitales-, offline o ambas, y en qué territorios y mercados o cuánto se va a gastar en marketing y promoción.
Por otro lado, un acuerdo de licencia musical es un contrato entre el propietario de una grabación maestra (la parte que tiene los derechos de autor) -normalmente el artista o el sello discográfico- y un tercero en el que se le da autorización a éste último para manufacturar, promocionar y distribuir legalmente las grabaciones de ese artista en territorios específicos.
Con una licencia de distribución, la cual abarca tanto un acuerdo de licencia musical como de distribución, como propietario de la grabación maestra puedes dar permiso para distribuir la música de cualquiera de tus artistas en tiendas físicas y plataformas digitales como Spotify, Apple Music o Tidal durante un periodo de tiempo específico y en países y mercados concretos.
Una de las cosas que has de tener en cuenta es que en las licencias de distribución se pueden incluir muchas cláusulas como por ejemplo si se trata de un acuerdo exclusivo o no donde se puede determinar si cubre uno o más territorios o entran uno o más distribuidores.
Otro concepto del que hay que estar al tanto es el de los contratos de publicación. Éste es un acuerdo que otorga parte de la autoría de una composición musical de un artista a un editor de música o a un productor.
No obstante, en países como Estados Unidos, como sello discográfico, tú también puedes difundir una composición musical de uno de tus artistas, pero para ello, antes tendrás que llegar a un acuerdo con la parte o partes que tengan los derechos, ya sea el propio compositor, los editores de música o promotores.
Todo ello se hace a través del pago de licencias de regalías mecánicas (mechanical royalties).
Lo mismo ocurre con las licencias de sincronización, las cuales permiten compartir legalmente composiciones musicales protegidas por los derechos de autor en otros medios, principalmente audiovisuales.
En este caso, como sello discográfico necesitarás acordar las cláusulas con editores y artistas, normalmente los propietarios de los derechos de autor de esa obra.
Otros aspectos básicos con los que deberías estar familiarizado como compañía discográfica son los relacionados con las licencias de comunicación pública en lugares como Estados Unidos (en Europa y otros territorios funciona diferente).,
Los sellos discográficos en Estados Unidos, como propietarios de la grabación maestra, están directamente involucrados cuando se trata de la interpretación pública o transmisión de grabaciones sonoras en servicios digitales no interactivos como la radio por satélite o internet o los canales musicales por cable, entre otros.
Como sello discográfico también te toparás con otros aspectos legales en los que se pueden incluir, entre otros, los contratos con productores o las cesiones de uso de marca adjunta al artista como el artwork, logos o fotografías para cuando hagas promoción o merchandising.
¿Qué ocurre después?
En el cuarto capítulo de nuestra guía aprenderás los conceptos básicos sobre el universo de la distribución musical y cómo lanzar tu catálogo musical en los DSPs más punteros del momento como Spotify, Amazon Music, Pandora o Tidal a través de plataformas white-label como la de SonoSuite.
¡Ve echándole un ojo a nuestro blog ya que en breve publicaremos un nuevo episodio!